Radicales y peronistas se mueven desde hace meses buscando la mejor opción para ganar las elecciones municipales 2023. Sin embargo el bi partidismo no está asegurado y podría haber una tercera lista.
El 2023 es un año electoral, y aunque varios de los protagonistas en el plano partidario lo nieguen, el clima electoral se comenzó a vivir a fines de 2022 (incluso antes).
Con el intendente Horacio Rubiolo impedido para ir por una re reelección según la Ley Electoral aprobada en 2016 en la Unicameral, la carrera por sucederlo en el cargo largó -en silencio- ya hace varios meses.
¿Cuando van a ser los comicios en Piquillín? Aún no se sabe. Primero deber ser la Provincia quien anuncie su jornada electoral. En Córdoba lo más probable es que se vote en junio. Tal vez el 25 de ese mes. Lo que si se sabe, es que Hacemos por Córdoba elegirá la fecha que crea más conveniente para su ya declarado candidato a gobernador: Martín Llaryora, intendente de la ciudad capital.
Si la Provincia votara en Junio, Piquillín debería hacerlo semanas antes (lo más probable) o semanas después de la fecha decretada por el gobernador. Esto obligaría al intendente a anunciar las elecciones de Piquillín en las próximas semanas, quizás en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante, durante los primeros días de marzo.
De todas maneras, por ahora todo es especulación, y hasta que el Ejecutivo Provincial no confirme la fecha de la elección provincial, habrá mas dudas que certezas sobre cuando votaremos los piquillenses.
LA INTERNA RADICAL
Como ya se mencionó en esta nota, el intendente Rubiolo no podrá ser el candidato del radicalismo en este 2023. Por ello, desde hace un tiempo en el circuito local busca dar con quien consideren el candidato más apto para de darle continuidad a un gobierno de 32 años (5 gestiones de Rodolfo Griffo y 3 de Horacio Rubiolo).
Con el abogado Omar Chialva, que había medido muy bien en las encuestas en 2019, desistiendo de una pre candidatura, se barajaron tres nombres en la UCR: el empresario Ariel Strumia, el Profesor David Obregón y el Contador -y actual Secretario de finanzas del municipio- Franco Carrara Moine.
El primero de ellos, se bajó rápidamente de la carrera, en cambio el docente realizó en diciembre pasado una entrevista en una radio de Río Primero expresando su «deseo de ser intendente«. Además, según trascendidos, visitó algunos hogares presentándose como precandidato.
Un mes antes, el contador en sus redes sociales decía: «Estamos convencidos que es tiempo de renovación», e invitaba- sin sello partidario visible- a un «Piquillín unido». El funcionario también visitó domicilios contándole su propuesta a los vecinos.
Con dos nombres sobre la mesa, el radicalismo se mostró hermético en cuanto a lo que se refiriera a pre candidatos. «Falta mucho para las elecciones, no es conveniente lanzar un candidato ya», le dijo a este medio un referente partidario.
La gran sorpresa se dio cuando Carrara Moine le expresó a este medio el pasado 20 de enero que su candidatura «es resistida por sectores de la dirigencia del radicalismo quienes sostienen que David Obregón debe ser el candidato».
Y más asombro causó que días después, el contador se hizo presente en una convocatoria abierta del peronismo de Piquillín, en donde expresó: «Acá, al igual que en la Unión Cívica Radical, vengo a decirles que Piquillín necesita renovación«.
No fueron más de 10 minutos de su presencia frente a los simpatizantes del justicialismo, pero fueron los suficientes como para que la interna rojiblanca se pusiera al rojo vivo.
De todas maneras, los días transcurrieron y el tiempo hizo que las aguas se calmaran y que el radicalismo de Piquillín -que será una vez más parte de la alianza Juntos por el Cambio- aun no decidiera a su candidato, decisión que no debería extenderse mucho más.
EL PJ CON ILUSIONES RENOVADAS, PERO SIN PRECANDIDATOS
Ante cada nueva oportunidad, las ilusiones se renuevan, y ese parece ser el ánimo con el que el peronismo local afronta este tiempo pre electoral. Sin un candidato definido (ni precandidatos siquiera), sus referentes describen un aura de optimismo en el partido, que se basa en el «cansancio de la gente», que en esta oportunidad buscaría alternativas a un gobierno que «no colma las expectativas de los vecinos».
¿Que hizo el justicialismo local en estos últimos meses respecto a la campaña electoral? Dos reuniones. Dos convocatorias, una a fines de diciembre en donde se trazaron los lineamientos de cara a los venideros comicios y otra en la segunda quincena de enero, donde más vecinos tuvieron la oportunidad de expresarse.
Si hablamos de precandidatos, por Hacemos Piquillin (nombre dado al espacio), solo una persona dio un esbozo de estar dispuesto a serlo. En una entrevista con este medio, el presidente del PJ local, el abogado David Moreno, expresó que podría afrontar una candidatura pero que tiene la «amplitud» para ver si hay un compañero que está en mejores condiciones de serlo. «El candidato surgirá de un consenso entre todos», remarcó.
Los otros nombres que suenan para el justicialismo son dos ex candidatos, Roly Góngora y Gustavo Daniele, y el docente y actual Concejal, Luciano Ullúa. Aunque, por ahora, ninguno de los tres le ha expresado a sus pares tener intenciones de ser parte de la contienda electoral.
COMO EN EL 83
La única vez desde la vuelta de la democracia en que hubo mas de dos listas en Piquillín, fue en 1983, y la victoria fue para el candidato justicialista, Arnoldo «Chocho» Strumia, que sería reelecto en 1987.
Desde allí el bipartidismo fue una constante en la localidad y en 2023, cuarenta años después, se planteó, por primera vez con grandes chances de concretarse, la posibilidad de una tercera lista.
Carrara Moine, podría ser quien rompa ese esquema, al ir por fuera de los partidos tradicionales. Pero la realidad es que esa opción todavía no ha sido concretada y dependerá de las decisiones que se tomen en las siguientes semanas, respecto a la conformación de las listas. Si es que no está decidido ya.