«Es cultural que el trabajo de camionero sólo lo pueden realizar los hombres»

Lucrecia Carrara decidió un día salir de la oficina y vivir la experiencia de conducir una de las unidades del Transporte Carrara en un viaje a Uruguay.

Lucrecia Carrara tiene 32 años, es madre de dos niñas y hace once que trabaja en la empresa familiar (Transporte Carrara), en la gerencia, en el sector administración y finanzas. Un día, la joven empresaria decidió dejar -por unos días- la comodidad de la oficina y aventurarse a realizar un viaje a Uruguay, conduciendo una de los camiones de la firma transportista.

«Muchos años atrás había planeado un viaje a Chile con mi papá, nunca lo pudimos concretar y era una cuenta pendiente. Esto lo de la pandemia, me llevó a estar más encerrada que de costumbre en la oficina, y pensé que uno debía priorizar otro tipo de cosas, abrir la mente. Fue así que me dije que debía subirme a un camión, para ver como es realmente la vida del chofer y conocer lo que le pasa en la ruta», cuenta Lucrecia sobre la decisión de realizar este viaje.

«Se me puso en la cabeza hacer el viaje, y lo hice. Soy muy tenaz con mis objetivos y trato de cumplirlos siempre. Cuando se complica le busco la vuelta, pero trato de llegar a cumplirlos«, afirma.

La administrativa devenida -ocasionalmente- en chofer cuenta que fue todo un desafío obtener «la LINTI», que es la licencia nacional de transporte interjurisdiccional: «Arranque en la muni, con el carnet de vehículos de mayor porte, después fui a hacer el curso de cinco días en donde eran todos hombres salvo yo. Luego fui a hacerme al apto psicofísico y apenas llegué me preguntaron si era para camión, y se sorprendieron bastante. Ahí me di cuenta de que esta es una actividad catalogada solo para los hombres».

Después de cargar en Córdoba, el domingo 31 de Enero al mediodía, llegó a la frontera esa noche y recién al día siguiente pudo pasar por las aduanas para desde ahí llegar hasta Montevideo a completar la ida del viaje: «Tardamos un día y medio en llegar. Manejé todo el viaje y fue muy emocionante. Un viaje soñado», cuenta con emoción.

-¿Cómo fue la reacción de los demás choferes al verte conduciendo un camión?

Es cultural de que el camionero debe ser hombre, por eso no es frecuente ver a una mujer arriba del camión. Cuando llegué a la frontera, hubo un respeto impresionante de todos los choferes, si bien les pareció raro verme, el trato fue excelente y me encantó. Creo que el trabajo es dignidad y ser chofer puede ser una herramienta mas para que las mujeres puedan salir adelante, y ayudar a sus familias. Hasta que no me subí al camión e hice este viaje, no tenía esta mirada. A veces ha que vivir la experiencia para darte cuenta de algunas cosas.

-¿Cual era tu objetivo al realizar este viaje?

Cuando me plantee el tema del viaje, fue como ya dije, para conocer que le pasa al chofer durante el trayecto. Pero una vez arriba del camión quise saber cuales son las condiciones en cuanto la higiene, la alimentación, en donde pueden parar, en donde pasar la noche, como es la seguridad vial, que es un tema importantísimo, y también conocer la herramienta de trabajo que le confiamos, si está en buenas condiciones. En el aspecto personal y profesional fue muy enriquecedor para mí, porque de alguna manera ahora se del sacrificio de la gente con la que trabajo. Se lo que es ir a cargar, hacer el viaje, descargar, y no me pasó pero muchas veces sucede que no hay un retorno rápido y el chofer debe quedarse esperando una carga, lejos de su casa y de su familia. Entonces también es importante la empatía con el trabajador, valorarlo desde lo humano.

-¿A partir de tu experiencia, crees que se debe abrir un cupo femenino en el transporte de cargas?

Creo que si, y espero que se les empiecen a abrir un montón de puertas a las mujeres en los transportes, que haya una equidad de género. Yo ya tengo otra mirada, que ojalá pueda aplicarla en nuestra empresa. Estuve pensando mucho en este tema y averigüé que la tasa de accidentes viales es producido en un 80% por hombres, entonces quizás si hay más mujeres en las rutas, la tasa de siniestros bajaría significativamente.

lgual debo aclarar que la parte sanitaria es el principal problema. Muchas estaciones de servicio no tiene en condiciones sus baños, no están preparadas y menos para las mujeres. Eso fue lo que mas me impactó, lo sufrí y espero que se pueda cambiar en breve.

Por otra parte quiero destacar que acá en Piquillín, las mujeres tenemos un gran ejemplo; Daniela Sema, ella es un espejo para todas, viene de una experiencia de vida, de superación personal, que la llevó a subirse al camión. Su historia es muy enriquecedora y nos enseña que no hay nada imposible y que uno solo se pone los limites en la vida.

-¿Que dijo el resto de la gerencia del Trasporte Carrara respecto a este viaje?

Todos me apoyaron, desde el momento en que se me puso la idea del viaje e hice todos los tramites. Vieron mi entusiasmo y que no deje nada para otro día. Tras el viaje me felicitaron y se pusieron contentos por mí .

-Respecto a tu viaje, hubo un video al respecto que se viralizó…

¡Si…Roldán publicó el video! Él es un despachante de aduana, al que le tengo mucho aprecio y realizó una pequeña filmación. Yo se lo mande a algunos conocidos cuando el me hizo la mención, pero después se viralizó y me empezaron a mandar mensajes choferes de mucha experiencia, contándome sus historias y felicitándome por haberme subido al camión. Fue todo super emocionante.

-¿Cuando va a ser tu próximo viaje?

Mi próximo viaje va a ser pronto, muy pronto. ¡En cuanto pueda, quiero volver a vivir la experiencia, porque me encantó! (risas)

Publicada por Lucrecia Carrara en Lunes, 8 de febrero de 2021