Vilma González: «La radio es mi cable a tierra»

La reconocida locutora nos cuenta su trayectoria en la locución en general y en la radio en particular, en el Día Mundial de la Radio.

Vilma González es una locutora de alma, que en el pasado mes de Diciembre cumplió 25 años en la profesión. En este momento se ha tomado un respiro en la locución, pero está siempre lista para cuando sea convocada a pararse (o sentarse) frente a un micrófono.

-Vilma, ¿te acordás cuál fue tu primer locución?

¡Sí! Yo empecé a estudiar y mientras, practicaba en los carnavales de Piquillín, durante el mismo año. Ahí compartí escenario con el recordado Héctor Galetto de LV3 y con José Sahara de LV2.

-¿O sea que apenas empezaste a estudiar ya agarraste el desafío de tomar el micrófono de los carnavales?

Sí, bastante de caradura (sonríe). Mi amigo Galetto, me invitaba a comentar lo visto desde el móvil en directo de la radio. Ya después me invitó a subir al escenario y acompañarlo. Entonces Ricardo Schoenfelt me habló para que lo acompañara al «Negro». También el intendente Rodolfo Griffo me invitó a participar en los años siguientes. Por diez años mas o menos conduje el carnaval, hasta que se dejaron de hacer por un tiempo

-¿Te acordás con quién más compartiste escenario?

Sí, estuve también compartiendo con Luis Alegría y «Machadito».

«Machadito», compartió escenarios con la locutora.

Vilma es oriunda de Piquillín, pero el destino la llevó a asentarse en su querido Kilómetro 658, donde reside actualmente junto a sus cuatro hijos. Además de locutora, es docente de la escuela primaria, y ha pasado por diferentes escuelas de la zona, dándole clases a pequeños, y otros que ya no lo son tanto, pero su meta siempre fue la locución

-¿Por qué estudiaste locución?

Cuando salí de la secundaria, quería ser veterinaria, pero la carrera se hacía en Río Cuarto y no daban los costos para poder estudiarla , entonces desistí. En aquel tiempo, nos llevaron con la promo «Alarma 92», del ex IPEA 21 (actual IPEM 229 Miguel Lillo), a un curso de orientación vocacional en Santa Rosa de Río Primero, ahí descubrí que mi orientación era todo lo que se relacionara con lo social y la comunicación.

-¿Entonces estudiaste periodismo?

No, me dije «es muy largo y tiene mucho de Historia» (sonríe nuevamente). Entonces fui a averiguar precios en «Aguas de la Cañada» , pero tampoco llegaba económicamente. Entonces elegí un curso de Locución y Oratoria en el Instituto Mariano Moreno, que lo empecé y terminé al finalizar ese año. Ya al año siguiente, buscando perfeccionarme me anoté en el Cispren (círculo sindical de la prensa) , allí me dio Radio: Mario Luna, TV: Marcela Palermo, y Fonoaudiología y doblaje de voces; Sebastián Llapur.

Busqué una carrera corta y que no costara tanta plata para poder colaborar pronto con dinero en casa, mis padres fallecieron unos años antes, con poco tiempo de diferencia, y mi hermana Norma quedó a cargo de los hermanos más chicos. Intenté hacerle gastar a ella y a mi cuñado, lo menos posible.


«De mi primer radio no me acuerdo, nombre ni sintonía», dice con un dejo de vergüenza la locutora. «Pero era una a la que iba a hacer las prácticas, estaba a tres cuadras de la terminal de ómnibus de Córdoba y salía para unas cinco cuadras a la redonda».

«Recuerdo que después estuve en Radio Regional Monte Cristo, que estaba frente a la Cooperativa de Luz. Ahí tenía la mañana con Lito Trojero, que también trabajaba en La Ranchada. Después pasé también por el canal de cable regional, con Mario Vitale, con el cual transmitíamos desde El Lonjazo», rememora.

«Estuve también en Radio Ciudad Monte Cristo con Marcelo Villalba. Seguí por Láser FM de Río Primero, que estaba en Barrio Lucchi, de la cual Pedro Segovia era su director. Y es éstos últimos años, volví, después de un largo tiempo sin hacer radio, a la Fm Azul de Río Primero, a la cual llegué como invitada y no me pudieron sacar más, jajaja» , cuenta con la simpatía que la caracteriza.

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Su reencuentro con Mario Vitale en un evento en Monte Cristo

-¿En la escuela eras de participar de los actos?

¡Sí…pero medio tímida era! ¡Nada q ver ahora, que hay q bajarme del escenario o quitarme el micrófono!

-¿De chica eras de escuchar radio?

Sí, escuchaba la trasnoche de Susana Buontempo, por la mañana cuando aparecía «el negro Galetto» con Mario Pereyra e informaba todo lo de «más cerquita», y a Rony Vargas por la tarde. Los findes, eran del Hit Parade de la 100.5 , que conducía Mario Zanoni.

-¿Te quedaron referentes de ese tiempo?

El «Negro» Héctor Ricardo Galetto. Siempre me hacía reír con sus ocurrencias en la radio. Después, no como grandes referentes pero sí me gustaban en el verano : Clever Abreu y Ana María Alfaro.

-¿Qué significa para vos hacer radio?

Es mi cable a tierra, es divertirme sobre mí y con la gente, ponerle onda en estos tiempos difíciles. Es informar, conocer gente nueva, aprender de otros, capacitarse y perfeccionarse.

-¿A quiénes deberías agradecer en estos años transcurridos frente a un micrófono?

A mi familia que me apoyó en todo, en especial a Norma mi hermana y Sergio mi cuñado que me bancaron. A las distintas personas que pude conocer gracias a la radio y a los escenarios. A Mario Vitale, porque de él aprendí un montón. A la familia Cuello, de la FM Azul, por su paciencia y su tiempo de radio. A mis amigos locutores y a todas las personas que me dan fuerzas y me impulsan a seguir adelante.

Vilma González, entrevistando al Indio Rojas para la Fm Azul en el FestiRío.

Vilma es una agradecida con cada persona que se cruzó en su camino y la acompañó o ayudó a recorrer por 25 años el camino de la locución, pero siempre habla con especial cariño del desaparecido «Negro» Galetto. Con él forjó una amistad de años, él le dio su primera gran oportunidad sobre el escenario, la apuntaló y aconsejó. Cuando las dudas de si el camino elegido era el correcto, ahí estuvo el ex cronista de la vieja LV3, para decirle que siga adelante.

Y de tantas anécdotas, la locutora destaca aquella de su vuelta a los carnavales de Piquillin, luego de más de una década. «Si mal no recuerdo, Eda (Cardozo) estaba en su último tiempo de embarazo. Entonces el intendente Horacio Rubiolo me pidió que lo acompañara a Dibu (Fabián Gauna) y Ezequiel Musso para ser la voz femenina de la fiesta», recuerda.

«Entonces de vuelta en el carnaval de Piquillín, desde el escenario lo vi aparecer a Galetto en medio de la gente, y algo me dijo que tenía que llamarlo, invitarlo, darle un espacio para que recordara esas noches que vivimos, cuando los corsos eran en la calle de la Municipalidad», se emociona . «Ése, fue su último escenario, me lo contó su esposa. Él había llegado muy feliz a su casa a contarle que no se habían olvidado de él».

Vilma compartió el último escenario al que subió el recordado Héctor Ricardo Galetto


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